La estrategia de los negocios de inmigrantes en España (y un poco de suerte): un español-mexicano
Francisco es un español que, por amor, estuvo viviendo en México durante 5 años. A su vuelta, algo de esa querencia por nuestro país le llevó a levantar una importante plantación de nopales que ha ido creciendo con el tiempo. En la actualidad cuenta con 15 hectáreas en las que cultiva más de 18.000 plantas de nopal.
Sin embargo, cabe destacar que su idea original no era explotar los “nopalitos” (como cariñosamente los llama), sino la tuna, que es consumida en los países europeos en donde hay más concentración de población árabe: Francia, Bélgica, Países Bajos, etc.
La amistad es buena para los negocios
Unos amigos mexicanos le hicieron ver que podría aprovechar no solo los chumbos (como en España le llaman a las tunas), sino la propia planta de nopal. Antes de esto, tenía que tirarlas, porque no les daba uso.
Además, Francisco recibe la asesoría de agricultores mexicanos (auténticos amigos que dejó en México) para sacarle el mayor rendimiento al nopal y también para los nuevos cultivos que está proyectando para próximas temporadas: chiles, tomatillos y jicamas.
De esta forma, Francisco, quien ya tenia experiencia cultivando frutas, ha encontrado un nuevo nicho de mercado que está subexplotado y que ofrece grandes oportunidades, no solo en España, sino en toda Europa y en otras regiones.
Emprender respetando el planeta
Una de las cosas que destaca Francisco sobre el cultivo de nopales es que permite hacer agricultura sostenible, ya que requiere un riego muy liviano, la huella de carbón es muy leve y se requiere desgastar poco al planeta para conseguir un buen producto.
Quien piense que cultivar nopal es fácil, tengo que decir que requiere de una atención especial y que no soporta las heladas ni la nieve. Yo mismo planté algunos nopales en un pequeño huerto en las afuera de Madrid, pero fueron arrasados por el paso de la gran nevada conocida como Filomena.
Sin duda, una de las ventajas de España es su clima cálido, sobre todo al sur, donde se puede cultivar una gran variedad de productos, incluso durante todo el año gracias a la técnica del invernadero. De hecho, Francisco plantea levantar uno para poder ofrecer nopal y otros cultivos frescos siempre.
Esta es una diferencia competitiva que algunos agricultores de Murcia, Andalucía e incluso Canarias están aprovechando para diversificar sus cultivos e introducir nuevos productos como el mango, el aguacate, entre otros. En parte, esto explica la caida de precios y la mejora en la calidad que estos productos han experimentado en la última década en España y otros países de Europa.
De la casualidad a la estrategia
Francisco ha detectado el potencial del nopal entre la pujante cocina mexicana en España y Europa. Hay varios restaurantes que quieren ofrecer unos platos de calidad excelente e incluso tienen la ambición de alcanzar una estrella Michelín. Para eso requieren de producto fresco que les permita conseguir sus objetivos culinarios y de negocio.
Si bien Francisco tiene una ventaja y es que cuenta con una experiencia comercial relevante para sus frutas y conocer cómo se mueve la logística en Europa, el ámbito de los restaurantes mexicanos le llevará más tiempo, aunque no se desanima, porque cuenta con un pequeño equipo y sabe que todo los contactos están ahí, aunque hay que trabajar para conseguirlos.
Otro tema a destacar es que Francisco quiere agrandar el mercado de sus “nopalitos” entre más personas, tanto por sus cualidades nutricionales y su versatilidad como ingrediente, como por ser un cultivo sostenible.
De “desperdicio” a producto premium
La estrategia de Francisco es aprovechar un elemento accesorio (desperdicio) de una explotación ya rentable y posicionarlo como producto premium (que le ayudará a aumentar sus márgenes con un esfuerzo marginal).
Una segunda estrategia es ensanchar el mercado llegando a un público que busca orientar su consumo hacia opciones más nutritivas y más respetuosas con el medio ambiente, especialmente en un momento en el que aumenta la preocupación por el calentamiento global.
Si bien el consumo minorista le interesa, sabe que introducirse en el canal de hostelería o incluso en el de distribución de gran consumo (aunque sea de nicho) es mucho más rentable y le permitiría crecer de manera más sana y ágil.
La pujanza de la cocina mexicana
La cocina mexicana sigue abriéndose paso entre las más pujantes del mundo. Para muchos no se trata sólo de satisfacer su apetito, sino de una experiencia por la que están dispuestos a pagar, lo que deja mayor margen a los restauradores, razón por la que cada vez se ve más inversores apostando por la comida mexicana en diferentes partes del mundo.
Esto ha generado un ecosistema empresarial en Estados Unidos y está dando lugar a otro en Europa y Cercano Orente.
Los productores mexicanos de tortillas nixtamalizadas lo saben y de ahí que hayan crecido tanto en los últimos años. Ahora parece que va a ser el momento de los cultivos de ingredientes de la auténtica comida mexicana pero a nivel local, sobre todo en España, en donde también hay mexicanos, pero también españoles y hasta norteamericanos.
¿Será que más mexicanos le apuestan a la inversión en cultivos mexicanos en suelo español?